Centro de innovación culinaria Gallina Blanca / Barcelona

Diseño diáfano y funcional, que transmite los valores de innovación de la marca.

Fotografía: Eugeni Pons
Ubicación

El centro de innovación culinaria Gallina Blanca se encuentra en la Plaça Europa de L’Hospitalet de Llobregat (Barcelona), en los bajos de la Torre Realia BCN, edificio de oficinas proyectado por el arquitecto Toyo Ito del que la multinacional ocupa tres plantas.

Al ser la Plaça Europa un lugar de paso, mayoritariamente de tráfico rodado, una premisa fundamental era dar a entender con rapidez y claridad la presencia de Gallina Blanca. Para ello, y aprovechando la fachada transparente del local, se proyecta su nombre a gran tamaño desde el interior.

El local

Con caja perimetral de cristal, diáfano y rectangular, del que se conservaron las columnas con el tratamiento original de hormigón de construcción. Y con un condicionante particular: una parte de la planta curva. Para que fuese un espacio provocador se crearon dos grandes volúmenes contenedores de funciones pintados de amarillo, el color corporativo de Gallina Blanca. Estos volúmenes, que por la forma pueden recordar la de los envases de la marca, no están colocados ortogonalmente, sino girados.

La cocina

    Uno de estos volúmenes alberga una cocina-laboratorio culinario para I+D de productos. Dentro impera el blanco, que evoca el concepto de pureza y la idea del huevo y la gallina. El suelo, de pavimento continuo blanco, es apto para uso en la industria alimentaria. Las paredes se alicataron con cerámica blanca 20 x 20 mate para transmitir la esencialidad de las cocinas tradicionales. Destaca un elemento central, una mesa-isla Dada modelo Banco de apariencia ligera, con estructura de aluminio anodizado y encimera de acero inoxidable, dotada de9 placas de inducción Bosch, bajo 5 campanas extractoras empotradas Novy. Distribuidos a lo largo de una de las paredes, se encuentran los electrodomésticos de Bosch, dos fregaderos y una serie de armarios integrados de laminado blanco, modelo Vela, de Dada. En la otra se halla el frigorífico, también de la firma Bosch. Existe una zona (oculta) para los enseres de limpieza y lavabos con acceso desde el hall. En el lateral que da a la calle se viniló el logo de Gallina Blanca.

    Las salas de reunión

    El otro volumen se destinó a salas de reunión. Una para los CEOs de la empresa y otra para juntas generales. Amuebladas con mesas Pey de Mobles 114 y sillas Light Ribbed de Luxy compradas en MINIM, están divididas por paneles correderos de acústico aislanteque permiten convertir dos ámbitos en uno; cuando se abren, las respectivas mesas se unen, por repetición de sus medidas, conectadas como las piezas de un mecano, y las dos estancias devienen una unidad visual. Una pared perpendicular pintada de color gris grafito corta totalmente el volumen, por lo que una parte penetra en esta solución para desafiar a la curvatura de la planta en este punto. En la sala para los directivos una plataforma suspendida sobre la mesa alberga los sistemas de iluminación de Viabizzuno para MINIM y audio, proporciona una buena acústica evitando la reverberación, y aporta una escala más humana dado que el techo se eleva 5 m. Cuenta con una recepción independiente que asegura la privacidad respecto a la zona de cocina, guardarropía, y un espacio de 3 m que constituye una réplica exacta de los lineales de súper, para recrear y testear estrategias de marketing en condiciones reales. La luz natural entra a esta sala por una claraboya, y por una pequeña ventana a la otra. Junto a la puerta de esta última se vinilaron los logos de las distintas marcas del grupo Gallina Blanca. Entre ambos volúmenes se dispuso una mesa polivalente, útil para momentos de ampliación de meetings dinámicos que puedan llevarse a cabo en un ambiente lúdico, a la vista y de cara al exterior, almuerzos informales o eventos. El mobiliario (mesa Banco de Dada con estructura de aluminio lacado y encimera de Silestone, taburetes Lottus de Enea y lámparas Lenticchiade Viabizzuno comprados en MINIM) se seleccionó de color blanco, como contrapunto cromático a la piel de los volúmenes.