De antigua frutería a dúplex en el Poblenou / Barcelona

El estudio vilablanch firma el proyecto de arquitectura interior de una antigua frutería del Poblenou de Barcelona, que ha sido transformada en un dúplex abierto, luminoso y funcional, manteniendo la belleza original de la pared de la escalera.

UBICACIÓN Y ORIGEN

En el casco antiguo del barrio barcelonés del Poblenou encontramos un local de finales del s.XIX que durante muchos años había sido una frutería. La planta baja funcionaba como comercio y almacén, y la planta altillo como vivienda. El encargo de los clientes fue transformarlo en un dúplex para su familia.

Esta vivienda pertenece al conjunto “Casas Saladrigas” del maestro de obras Pedro Molinas Coll, construido en 1890. Se trata de cinco edificios de viviendas de planta baja más cuatro alturas, con una fachada unitaria, que se crearon para alojar a los trabajadores de la Fábrica Saladrigas que venían de fuera del barrio.

Situado en la planta baja de uno de estos edificios, el local se abre a una calle peatonal a través de un arco de medio punto. La fachada posterior da a un gran patio de manzana que comparte espacio con una biblioteca.

PROYECTO DE ARQUITECTURA INTERIOR

Para la transformación de este espacio se ha potenciado el eje longitudinal de la planta y se han mantenido elementos tan característicos como el forjado de vigas de madera, los revoltones cerámicos, el hueco de escalera original, el desnivel que separaba la zona de tienda del almacén y la ventana de arco de medio punto.

En la fachada interior se ha derribado la cubierta de la última crujía para liberar el patio, que había sido cegado en actuaciones anteriores. Un gran ventanal con puertas correderas baña de luz natural toda la planta, al mismo tiempo que permite que el patio se convierta en una extensión del comedor los días soleados.

La escalera original, que estaba entre dos muros, cambia por completo. Se coloca una nueva de chapa de hierro plegada blanca, abierta al salón. Esta escalera contrasta con el muro existente de fondo, donde se puede leer el paso del tiempo a través del rastro de capas de pintura, roces y desconchones que han ido componiendo un magnífico cuadro abstracto. 

La nueva distribución desnuda la planta baja e inserta una caja para alojar un aseo. Esta caja permite zonificar el espacio, creando un recibidor separado de la zona de día por una puerta corredera. A esta cota encontramos un gran espacio diáfano donde se conectan el salón, la cocina-comedor y el patio. El aseo de esta planta se forra de espejos para dar una sensación de amplitud a un espacio de tan solo 1m2.

En planta primera se ubica la zona de noche, con una gran suite con baño y vestidor, dos dormitorios y un segundo baño. Las camas de las habitaciones juveniles se sitúan en nicho en la galería que da a la fachada interior, buscando aprovechar al máximo la entrada de luz procedente del patio de manzana. Las camas se conciben no sólo para dormir o descansar, sino también como zonas de relax donde leer, conversar o escuchar música.

En los materiales utilizados conviven tonos blancos, terracotas y gris antracita. Los blancos se aplican en paredes, techos y gran parte del mobiliario, como el de la cocina que adquiere especial protagonismo. El gris antracita es el color escogido para el porcelánico, que se usa en el suelo del salón y la cocina en piezas de 80x80 cm. Los terracotas los encontramos en la rasilla cerámica de la planta baja; este material se emplea en el suelo situado a nivel terraza, que entra a la vivienda creando un particular escalón en la cocina; también se aplica en el recibidor y en el baño de cortesía. En la primera planta se opta por un suelo de parquet industrial, buscando dar una calidez especial al espacio a través de la diversidad de tonos de las tablillas de madera maciza.

El proyecto de arquitectura interior transformó una frutería abandonada en una confortable vivienda de estilo fresco y contemporáneo, que mantiene la huella de su pasado en pequeñas pinceladas a lo largo de ambas plantas. El resultado es un dúplex abierto, luminoso y funcional, en el que cada actuación ha sido muy pensada.